Las primeras semanas del año es tiempo de reflexión, análisis y renovación, es el momento ideal para echar la vista atrás y hacer balance del año anterior. Por ello te pones manos a la obra y empiezas a recordar todos los momentos inolvidables, aquellos que por un motivo u otro se han quedado impresos en tu retina.
Entonces puede que te hagas preguntas del tipo, ¿he cumplido todas mis expectativas? ¿ha sido un año positivo para mí? ¿soy mejor persona? ¿he crecido profesionalmente? ¿he encontrado mi talento, mi pasión, mi elemento?
Si te ves identificado con alguna de ellas, o más aún, sigues planteándote nuevas interrogantes, no te asustes, es algo normal e intrínseco del ser humano. Como dijo Albert Einstein «Lo importante es no dejar de hacerse preguntas«, no olvides que en cada uno de nosotros reside la semilla de un pequeño filosofo esperando crecer, gracias a las interrogantes que a lo largo de la vida nos planteamos.
¿Cómo te ha ido el año? ¿Cuánto has aprendido?
¿cuántas preguntas te has formulado?
Una vez que has reflexionado sobre cómo responder a esas preguntas, has evaluado el camino que has recorrido hasta ahora y cómo lo has conseguido. Llegado a este punto, ahora estás preparado para establecer los objetivos que te llevarán por la senda de la motivación, la perseverancia y la creatividad. Éstas son capacidades obligatorias para tener una actitud ganadora y alcanzar el éxito personal en todo lo que te propongas.
La definición adecuada de los objetivos es un paso de vital importancia, por ello en los últimos tiempos ha sido una tendencia habitual seguir el tándem formado por el método SMART y el Getting Things Done (se verá en futuros posts) con el fin de plantear cada objetivo de forma correcta y evaluar el proceso hasta su cumplimiento.
Contenidos
Método SMART: 5 Premisas para cumplir tus objetivos
A la hora de establecer tus metas personales y/o profesionales desde una actitud ganadora es recomendable que definas cada objetivo cumpliendo siempre cada una de las siguientes 5 propiedades:
- S (Specific) eSpecífico
- M (Measurable) Medible
- A (Attanaible) Alcanzable
- R (Relevant) Realista
- T (Time-bound) Tiempo limitado
S – eSpecífico
Tus objetivos tienen que ser detallados, precisos y concretos. Esto quiere decir que tienes que detallar exactamente en qué consiste tu propósito, cómo lo vas a conseguir, qué recursos necesitas para conseguirlos, cuánto tiempo vas a dedicar cada día para conseguirlo, que beneficios obtendrás si lo consigues.
–. Por ejemplo: Imagina que quieres mejorar tu nivel de inglés durante este año.
Si dices mi objetivo es «mejorar mi nivel de inglés» no estas definiendo un objetivo específico, estás siendo ambiguo ya que no estás estableciendo un compromiso concreto de mejora. Sin embargo si te marcas como objetivo obtener un certificado de inglés (PET, FCE, CAE…) sí que estás definiendo un objetivo específico.
M – Medible
Tus objetivos se tienen que poder medir, disponer de un baremo para su medición y poder así llevar a cabo un seguimiento periódico (semanal y/o mensual) para revisar el nivel de mejora que has conseguido respecto al inicio. Una herramienta muy útil consiste en dibujar un «termómetro de objetivos» y colocarlo en un sitio en el que lo veas cada día, es una manera visual que te ayudará a recordar en qué nivel estás y cuánto te queda por mejorar hasta alcanzar tu objetivo.
–. Ejemplo: Siguiendo con el ejemplo anterior.
Puedes realizar exámenes periódicos del certificado (examenes oficiales online, recursos online, libros oficiales) que quieres obtener para saber cuál es tu nivel de mejora, y cómo vas obteniendo una mayor puntuación a la par que vas mejorando.
A – Alcanzable
Es esencial establecer un objetivo que puedas conseguir, por ello la clave consiste en buscar evidencias sobre las posibilidades que tienes para conseguirlo pero sin que éste deje de ser un reto motivador para ti. Por lo tanto, tus objetivos deben obligarte a salir de tu zona de confort pero manteniendo siempre la cordura, no pueden ser disparatados ya que sino afectaría a tu estado emocional y estarías predispuesto al fracaso. Una práctica útil para considerar alcanzable un objetivo consiste en hacerte preguntas del tipo, ¿por qué es imposible conseguirlo? ¿qué probabilidades hay de que lo consiga? ¿alguien lo ha conseguido? y si existe alguien ¿por qué no puedo conseguirlo yo?
–. Ejemplo: Siguiendo con el ejemplo anterior.
Imagina que tienes un nivel muy básico de inglés, por ello no puedes plantearte como objetivo ser bilingüe a final de año, sería un disparate ya que requieres de un tiempo mínimo para asentar tus conocimientos y esfuerzo para adquirir una mejora significativa, por lo tanto tu inconsciente hará que fracases justo antes de comenzar.
R – Realista
El objetivo debe ser relevante y tener sentido para ti en el momento en el que te lo planteas. Tienes que evaluar si de verdad te beneficia conseguir la meta que te planteas. Busca el por qué quieres conseguirlo, busca la motivación que necesitas para enfocar todos tus esfuerzos en conseguir el desafío.
–. Ejemplo:
Imagina que te planteas aprender a hablar ruso sin embargo actualmente no tienes ninguna motivación, puede que en un futuro sea una ventaja competitiva pero hoy en día no te interesa y no estás motivado. Antes que después dejarás de lado éste objetivo y caerá en el olvido.
En cambio si te motiva aprender inglés, tus motivaciones aparecerán al hacerte preguntas del tipo ¿qué beneficios me aportaría obtener un certificado de inglés? puedo conseguir clientes extranjeros y así aumentar las posibilidades de negocio, mejorar mi carrera profesional, poder comunicarme cuando viajo al extranjero, etc…
T – Tiempo limitado
Los objetivos tienen que tener una fecha establecida y planificada en el tiempo. ¿Cuándo quieres alcanzar tu objetivo? ¿antes de qué fecha? ¿en 3 meses, 6 meses, 1 año? Es esencial que planifiques en tu calendario cada uno de los hitos que quieres alcanzar hasta llegar al deadline que marcará la fecha fin de tu meta. Por ello te recomiendo que planifiques en el calendario cuánto tiempo diario te vas a esforzar para conseguir tu objetivo. Lo más importante aquí es crear un nuevo hábito para cultivar así la perseverancia que te ayude a alcanzar el éxito en tu propósito.
–. Ejemplo: Siguiendo con el ejemplo anterior.
¿Cuándo me presento al examen oficial del certificado de inglés? En 6 meses, 9 meses, 1 año… Para ello voy a dedicar 1 hora diaria estudiando inglés e iré incrementando el tiempo a medida que voy acercándome a la fecha del examen.
Ahora si que estás preparado para echar la vista atrás, evaluar lo que has conseguido hasta el momento, reflexionar sobre tus prioridades actuales y establecer unos objetivos ganadores basados en la constancia diaria, la confianza y la motivación.
¿Conocías el método SMART?
¿Cómo estableces tus objetivos? ¿Cuál es tu método?
Comenta, no te cortes, escribe lo que tengas que escribir, di lo que tengas que decir, haz lo que tengas que hacer, pero hazlo ahora, ya!!! HoySIquePUEDES!!!
Alex dice
Ya conocía el método SMART, no recuerdo donde lo había visto pero la verdad es que es un interesante, normalmente cuando nos proponemos algo no nos hacemos tantas preguntas ni lo planificamos, si lo hiciéramos, ¿Fracasaríamos menos en nuestros proyectos? ¿O incluso desistiríamos antes de empezar al ver que podrían faltarnos motivaciones por ejemplo?
LeO Martín dice
Interesante tu punto de vista y debate Alex!
Estoy seguro que aquellos objetivos que consigan pasar todos los filtros del método SMART serán sin duda metas motivadoras, desvelarán tu mejor versión mientras perseveras hasta conseguirlas y marcarán tu norte, enfocándote así sólo en aquello que te importa y aporta auténtico valor a tu vida.
Un abrazo!